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Desde la antigĂźedad su cuidado ha sido esencial en la vida de toda persona ya que, al estar tan expuesta a varios factores del ambiente, tiende a debilitarse y desarrollar varias condiciones antiestĂŠticas.

Tomar duchas muy calientes
Las personas que en invierno acostumbran a baĂąarse con agua muy caliente y por tiempos prolongados son mĂĄs propensas a sufrir dermatitis atĂłpica porque retiran la grasa que protege a la piel contra el frĂo.
La dermatitis atĂłpica es una enfermedad producida por la resequedad de la piel, caracterizada porcomezĂłn constante sobre todo en piernas, espalda y las ĂĄreas de pliegue como detrĂĄs de las rodillas.
Broncearte en exceso.
Cuando se expone la piel de manera repetida al sol empiezan a aparecer unas manchas cafĂŠs, regularmente aparecen en las zonas que han sufrido quemaduras mas de una vez. Estas manchas requieren vigilancia de por vida ya que son puntos propensos al cĂĄncer de piel.
Evita ponerte al sol de 12 a 5 pm que es cuando los rayos ultravioleta son mas intensos y perjudiciales. Usa bloqueador solar, esto no va a evitar que te broncees, pero si que se daĂąe tu piel.


No exfoliar la piel
Aunque no conviene hacerla muy a menudo para no debilitar la piel, la exfoliaciĂłn es fundamental para eliminar cĂŠlulas muertas y para que esta recupere su esplendor.
Lo cierto es que este tratamiento es esencial, ya que es la forma mĂĄs efectiva de remover las cĂŠlulas muertas que van quedando acumuladas como producto de la exposiciĂłn al sol y a la contaminaciĂłn.
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